Es recomendable aplicar sobre la piel previamente exfoliada (te recomendamos el Exfoliante Tortulan). ¡Esto ayuda a que el resultado sea más parejo y dure más!
Para que la aplicación del producto sea perfecta, aplicar cantidad suficiente, de forma tal que puedas esparcirlo masajeando hasta que se absorba completamente y no con manotazos o pinceladas. Al finalizar la aplicación del producto lavá y cepillá cuidadosamente tus manos y uñas, insistiendo en las palmas de las manos y las cutículas para evitar que se coloreen amarillas o naranja (estas zonas junto con las rodillas y codos, tiene la mayor respuesta pigmentaria del cuerpo). Una solución práctica es usar guantes de látex, además de evitar la probabilidad de tener un desagradable color en las manos, facilitan la aplicación de la crema y te ayudan a aprovecharla más ya que en lugar de ser absorbida por tus palmas van a tus piernas, cara o cuerpo sin desperdicios! Si te quedaron manchas, no desesperes! Generalmente con una ducha rápida y una esponja vegetal se soluciona. Si son muy visibles o intensas, probá con un
baño de inmersión con una taza de leche, además de tener un excelente relax, los ácidos lácticos de la leche te ayudarán a rebajar el color. Si todavía tenés manchas visibles (en zonas difíciles como tobillos, talones, pies, etc) podés pasarle suavemente una lima _na. No te olvides de hidratar nuevamente tu piel.
Los autobronceantes no ofrecen ninguna protección contra la radiación solar, las quemaduras solares ni la insolación. Durante la exposición solar es necesario utilizar el protector solar correspondiente a su fototipo de piel. La utilización de un protector solar adecuado a su fototipo de piel no sólo disminuye los riesgos de padecer cáncer de piel y el envejecimiento cutáneo sino que también permite disminuir los riesgos de padecer manchas permanentes en la piel. La utilización de un protector solar no interfiere en la efectividad de los autobronceantes. Los productos autobronceantes no “son más potentes” si se utilizan durante la
exposición solar, actúan en forma distinta –no necesitan luz solar para actuar- y sólo tiene sentido utilizarlos antes de la exposición (para tener un mejor tono sin sol) o después de la exposición (para prolongar la duración del bronceado).